Inicios de la transcripción escrita de la Filosofía Pythagorica.

Desde Argentina

…Tras muchos años de tipear con agilidad y precisión, adquiridas por la práctica constante, primero en una máquina de escribir manual, luego en una eléctrica y por último en computadora, todo tipo de instrumentos legales, en formatos y léxico específico, llegó en el año 1989 Amelita, y con ella los borradores de un conocimiento filosófico dosificado en lecciones para un aprendizaje tendiente a lograr una vida plena, que le inspiraba el gran Maestro Pythagoras.

Y entonces, las teclas comenzaron a vibrar con un sentido distinto, a cobrar una vida diferente, a prepararse para llegar a muchos en una cadena interminable de eslabones que a través del tiempo se unen y nos alejan de lo anterior, lo hecho mecánicamente, sin un sentido profundo, donde sólo se involucraba al cerebro.

Las letras cobraron vida y se multiplicaron, se hicieron libros con doce capítulos cada uno redondeando un tema profundo, se hicieron seminarios, talleres, cursos y siguen brotando como una inagotable fuente de luz dispuesta a llegar a quien tenga sed y clame por ella.

 Las letras resplandecían en mayúsculas, entre comillas, en negrita, subrayadas, para iluminar el entendimiento en los conocimientos fundamentales, para llamar la atención, para grabarse en el cerebro y en la Mente.

Y, con mayor lentitud que las manos, mi ser fue asumiendo el aprendizaje en la propia vida, muy lento se fueron abriendo los ojos a ver una nueva realidad antes apenas sospechada, muy despacio el entendimiento se sintió iluminado por verdades eternas; pero el conocimiento espera, es paciente, se reitera y vuelve tantas veces como es necesario; sabe que camino a mi ritmo y aguarda. No se detiene, no presiona, pero sigue dando sus mensajes de transmutación en cada circunstancia de la vida.

Y la computadora se acomodó a un nuevo lenguaje, incorporó un léxico que justificó su existencia y mis manos se sintieron felices por la pequeña participación que le tocó en este maravilloso y enorme engranaje, en esta hermosa tarea de hacer luz en la oscuridad…

Esc. Azucena Farah

Nota: Siempre me había preguntado qué vivencia tendría nuestra incansable Susi al teclear letras y más letras… formando luminosas palabras, dictadas por Ame, un cúmulo de palabras que se transforman en libros, en manuales… los que en manos de cientos de personas iluminan sus corazones con la excelsa energía que mana de la sabiduría Pythagorica, transformando, paso a paso, sus vidas para Bien… Gracias Susi por compartirnos tu experiencia…

Martha Lobo