¡Hola!
Me llamo Laura y quiero compartir, en pocas palabras, cómo ha cambiado mi forma de ver la vida, a través de la Filosofía Pythagorica.
Fui educada en una familia de creencia católica muy marcada, vivía sin conciencia de muchas cosas, y cuando me invitaron a conocer esta Filosofía: primero que nada me encantó el aprender a observarme para conocerme; fue impactante conocer sobre mi personalidad, si soy yin o yang, que código emotivo tengo, miedo, enojo, abandono o tristeza, mi numerología, etc. Esto me permitió saber más de mí, para entender qué virtudes tengo y cuáles me faltan trabajar, y esto ha sido una gran guía que me ha ayudado a conocer y a comprender más a mi esposo, hijos, padres, hermanos y amigos.
Estas herramientas llegaron a mi vida cuando me acababa de separar de mi esposo, y me sirvió para darme cuenta que el único poder que tengo es para cambiar “yo” y no para cambiar al otro. Y al empezar a hacer vida lo que yo aprendía, comenzó a cambiar mi entorno, no fue fácil, fueron ocho años de trabajar, y finalmente mi esposo y yo tuvimos otra oportunidad de estar juntos con una nueva relación, con más conciencia, después de que cada uno fue a trabajar lo suyo, a aprender las virtudes que nos faltaban para poder complementarnos.
Otra de las cosas que más me ha servido es lo que he aprendido para saber ver a la muerte, para entender que la vida no se acaba aquí, saber que mi hijo tenía una misión y unas lecciones que aprender y enseñar en esta encarnación, y que seguimos juntos en alma, que sólo terminó esta encarnación pero seguirán otras vidas, y que somos parte del mismo racimo.
En fin, considero que mi vida antes de Pythagoras fue una y después de conocer su filosofía es otra, ¡con mucha más conciencia!
Laura, Querétaro