Creo que esto me pasó con la Filosofía Pythagorica; mi vida ha sido una constante y permanente búsqueda, y un buen día al andar por el camino ella me encontró y me cautivó, me despeinó, me sacudió y cuando toqué fondo, sin trabajo, sin casa y a punto de quedarme sin familia, me puso frente a la verdad pura.
Me hizo comprender que todo lo que pasa en mi vida lo he creado yo, lo he atraído yo, lo he hecho antes yo, y hoy regresa a mí para cerrar por fin en Bien y en Amor (en virtud) con personas, situaciones e historias de mi historia en la rueda eterna de la vida. Para escribir, por fin, una nueva historia.
La Filosofía me abrazó a través de un gran racimo de Almas hermanas y amigas, me brindó soporte y contención, me hizo comprender que soy tan fuerte como para salir adelante de todas estas pruebas que tan sólo buscan que yo aprenda el Perdón – para otros y para mí mismo – ;
el Arrepentimiento; a tener Fe; el desapego de toda importancia personal (Humildad); y Voluntad para seguir avanzando porque las pruebas siguen, y hoy sigo esforzándome por superar desafíos en mi vida laboral y en cada aspecto de mi vida, y que ahora lo hago con otra mirada: la del convencimiento de que la vida tiene un ritmo sin prisa, pero sin pausa.
Hoy sé que el camino es mejor cuando lo recorro con Paz y Alegría, agradeciendo cada encuentro, cada tormenta, cada brisa suave, cada sacudida y cada caricia en el cuerpo, y en el Alma que solo busca el Bien y quiere crecer.
Hoy solamente pido ayuda para crecer, y que ésta venga a mí con piedad y misericordia.
Y para ti, Alma hermana y amiga, pido que en tu corazón reine la Paz, más allá de toda comprensión.
Gustavo, Querétaro.
Hermanito de la Vids cuándo se entiende que todo vuelve y que uno no pude cambiar a nadie es hermoso a mí me hizo sentir plena aprendí a conocerme. Hoy estoy feliz de compartir los conocimientos con todos mis hermanos del mundo.